miércoles, 29 de noviembre de 2017

Semana gris

No hubo premio (Xiaomi Mi A1). Le tocó a un tal “bolaca”, si me hubiese llamado bolturel quizá me hubiera tocado xD. Ayer fue un día un poco así, tuvimos un disgusto en el trabajo porque a una compañera que lleva 6 años la cambian de departamento de un día para otro. Se está mirando de hacer todo lo posible para que se quede pero la verdad es que pinta muy negro. Una parte de mí me dice todo eso del omnia vanitas, de la impermanencia y demás pero la otra se siente triste por perder a una compañera. Porque no nos engañemos, cambiarla de departamento y de edificio significa dejar de verla. Como mucho podemos aspirar a vernos si hace algún curso en nuestro centro…. Bueno, veremos cómo va la semana, teóricamente el viernes ya no estará con nosotros. Esperemos que quienes tienen que mediar y pelarse se peleen y consigan que se quede. Después del bombazo me quedé bastante hecho polvo el resto del día. Terminamos la jornada yendo a comprar comida al supermercado y después de una cena especialmente cerda nos fuimos a dormir bastante tarde, no sin antes liarla un poco con mi móvil. Abro, hilo, como se diría.

El mal rollo tecnológico lo inicié ya el lunes por la tarde cuando, cegado por la imperiosa necesidad de actualizar el móvil de mi mujer. Desde que se lo pasé no lo había actualizado y así a lo tonto ya hacía dos meses (flipa). Creo que la que llevaba era la segunda semanal desde el cambio a MIUI9 así que pensé que quizá merecía la pena actualizar porque en esos dos meses seguro que habían pulido muchas cosas. Total, que descargué la ROM desde su móvil y flashee. A pelo, sin backups ni nada porque no tiene espacio en ningún lado. Se me pusieron de corbata cuando al darle a reiniciar el móvil se apagaba después de que saliese el logo de Xiaomi. Lo puse a cargar y no cargaba, solo se encendía un led rojo parpadeando.

SoftBrick

Me dio un chungo considerable y me maldije repetidamente por haber sido tan idiota de no respetar aquello de “si funciona no lo toques”. No sé cómo me vino a la cabeza pero caí en la cuenta de que en algún momento leí quejas en el foro de gente que decía que alguna semanal le había bloqueado el bootloader. Así que antes de martirizarme pensando que tendría que hacer un hardreset en el teléfono me fui al portátil y probé a abrir el bootloader del móvil. Tan fácil como abrir el programa Mi Unlock, logarse y conectar el móvil en modo “download” para darle a desbloquear y ver la magia en acción. Así que acerté con el problema y con la solución. Después de eso el teléfono ya arrancó con normalidad y con la nueva versión instalada. Uf… bala esquivada.

Pero antes no me refería solo a eso. Decía “mi móvil”. Desde que cambié a esta ROM el sonido de las llamadas no me iba muy fino. Pero solo me pasaba en las llamadas, al oír audios del whatsapp (por ejemplo) no me pasaba. En el foro leí que podía ser una cosa de unos módulos de magisk para modificar el audio (una librería y Dolby Digital) así que quité uno de ellos (la librería). A partir de ahí… liada! Dolby dejó de funcionar y cuando intenté volver a poner la librería no iba y magisk no me dejaba instalar nada de nada… probé a volver a instalarlo pero tampoco funcionaba… Así que finalmente me decidí a restaurar el backup que tengo hecho desde el recovery, que por suerte era de antes de ayer. Después de eso todo volvió a funcionar aunque supongo que sigo teniendo ese bug en las llamadas… a partir de ahora: backup antes de tocar nada sensible del sistema. Al restaurar también volví a la versión 6.1 del electrablue kernel, mejor porque actualicé a la v7 y aunque funcionaba aparentemente mejor ayer no me funcionaba la app Spectrum (permite establecer perfiles de rendimiento) por incompatibilidad… He preguntado en el foro a ver si a alguien más le pasa. Por cierto, sigo teniendo pendiente volver a ponerme los sonidos del juego Diablo II en el móvil para las notificaciones… triste pero cierto, a ver si me hago una lista de cosas pendientes y la hago.

Hoy toca comer en el trabajo, estar algunas horas más y luego ir a una jornada del trabajo que seguramente haga que llegue a casa a las tantas (quizá después de las nueve)… menos mal que mañana ya es jueves aunque puede ser un día triste si finalmente es el último día de mi compañera. En fin… mejor no pensar. Caña al miércoles amigos que ya veo la luz al final del túnel.

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